En el céntrico barrio de La Latina en Madrid se encuentra este piso de algo más de 120 m², ubicado en un edificio de finales del siglo XIX. Se llevaron a cabo mejoras en eficiencia, como la instalación de aislamiento térmico en la cubierta, la incorporación de dos ascensores y una minuciosa revisión estructural. El estado de la casa era muy deficiente, por lo que, al plantearse la reforma, no fue posible conservar casi ningún material original.
Solo se salvaron la puerta de acero, los fraileros y las contraventanas exteriores de libro, así como las contraventanas interiores de la fachada principal. El resto de la vivienda fue reformado de arriba abajo, tanto en la distribución como en la selección de materiales, por nuestro estudio de arquitectura.
Comedor
Uno de los antiguos dormitorios se ha transformado en un amplio comedor ideal para invitar a amigos. Este espacio está equipado con una mesa ovalada que permite a los comensales verse sin problemas, acompañada de seis sillas. Una lámpara de techo ilumina las veladas sobre la mesa. Se han eliminado las antiguas puertas de las habitaciones, lo que permite una comunicación visual entre las estancias a través de varios arreglos. Los trabajos de consolidación estructural del edificio se aprovecharon para recuperar los antiguos muros de carga, que ahora se integran en la vivienda mediante pies derechos de madera.
Cocina
Comunicada por los vanos reforzados con madera, la cocina abierta al comedor es visible desde las zonas de estar. En medio de este espacio, que originalmente ocupaba dos dormitorios separados, se instaló una isla que actúa como elemento separador entre la zona de trabajo y el comedor.
Vigas de Madera
Mientras que algunas vigas lucen a la vista en un color neutral, otras del techo se han pintado de blanco, desdibujándose con cornisas escalonadas que aportan volumen y profundidad.
Suelo
El pavimento de la casa, incluso en los baños, se ha revestido de madera, lo que proporciona calidez y favorece la continuidad estética.
Armarios
Al fondo se divisa el frente de armarios lacados sin tiradores en un gris claro, complementado con una encimera de mármol similar a la de la isla. En esta zona se instalaron el fregadero y los electrodomésticos; algunos, como los hornos, están a la vista, mientras que otros, como el frigorífico, la lavadora y el lavavajillas, están ocultos y panelados.
Adaptación
La estrategia del proyecto de reforma fue adaptar los usos domésticos de finales del siglo XIX a los actuales, donde la cocina y los espacios sociales se han convertido en el centro de la vivienda. El piso original contaba con un vestíbulo que distribuía en dos alas: a la derecha estaban el salón, el comedor y dos dormitorios, mientras que a la izquierda había otros dos dormitorios, dos baños y la cocina, aislada y escondida al fondo. Esto resulta impensable en las casas modernas, donde la cocina es una pieza fundamental en cualquier reforma.
Se optó por respetar las dos alas, dedicando una a la zona social, que cuenta con dos áreas de estar diferenciadas: una para charlar y otra para ver la tele o leer. En el lugar de los otros dos dormitorios se colocó un generoso comedor, abierto tanto a las zonas de estar como a la cocina. En la otra ala de la casa se conservaron los dos baños, que fue necesario reformar, y se mantuvieron dos dormitorios, ampliando el principal, que ahora cuenta con vestidor gracias al espacio de la antigua cocina.
Luz, calidez y toque eco-green.
Con la nueva distribución ya configurada, se optó por pintar la casa de blanco para reflejar la inmensa luz que entra por los tres balcones que dan a la fachada exterior. El suelo se entarimó con un acabado en roble, incluso en los baños, para jugar con el contraste. En cuanto al mobiliario, se eligieron modelos de estilo nórdico en blanco y gris, junto con alguna pieza de diseño. Los textiles aportan la nota de color, la madera proporciona calidez y las plantas distribuidas por toda la casa añaden el imprescindible toque eco-green.
La apuesta green: disponer de plantas, ya sean pequeñas o grandes, por toda la casa es una tendencia en alza en el interiorismo.